Los programas sociales que ha implementado el Estado tienen la finalidad de disminuir las diferencias económicas, sociales y culturales que existen entre los ciudadanos. Se trata de realizar la llamada igualdad material, el paso siguiente de una declaración de igualdad formal, reconocida en el catálogo de derechos de los textos constitucionales; además, las personas que […]

Por Carlos Hakansson. 07 octubre, 2013.

Los programas sociales que ha implementado el Estado tienen la finalidad de disminuir las diferencias económicas, sociales y culturales que existen entre los ciudadanos. Se trata de realizar la llamada igualdad material, el paso siguiente de una declaración de igualdad formal, reconocida en el catálogo de derechos de los textos constitucionales; además, las personas que gozan de los diferentes programas sociales serán aquellas que, por determinadas circunstancias, califican para ser sus beneficiarias, mientras subsistan las razones objetivas que las hagan merecedoras de una atención especial del Estado.

El problema de la ejecución de estos programas está en su debida implementación, a través de las instituciones públicas que velan por su correcta administración. Por eso, si se cometen errores al clasificar los hogares potencialmente beneficiarios de estas prestaciones, se corre el riesgo de que muchas personas que necesitan acceder a estos beneficios no puedan hacerlo, por simples errores materiales. Es lo que actualmente ocurre y ha sido reconocido por los representantes del Sistema de Focalización de Hogares (Sisfoh), que desde las municipalidades recopilan información para el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.

 

En nuestra Región, este trabajo lo realiza la Unidad local de focalización de la Municipalidad Provincial de Piura. Sus funcionarios recogen la información, la pone en una ficha y la envían a la capital. La información es sobre el estado y el material de las paredes, techos, pisos; y si se cuenta o no con agua, alcantarillado y energía eléctrica, y sobre otras necesidades básicas. Luego, los datos son corroborados por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), el Ministerio de Trabajo, EsSalud, la Superintendencia de Banca y Seguros, así como las empresas de agua potable y luz. Al culminar, se envía toda la información a la Unidad Central de Focalización, que la procesará para proceder a su clasificación en varios niveles socioeconómicos, con especial atención y prioridad a las familias que están consideradas bajo una condición de pobreza extrema.

Como resultado, los programas sociales como Beca 18, Sistema Integral de Salud (SIS), Pensión 65, entre otros, se atiende a la población calificada como la más necesitada. Por ello, hace falta realizar un censo en la Región Piura para levantar un conjunto de información relevante y fidedigna para atender las necesidades más apremiantes de la población.

 

 

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